La predicción está basada en la observación de los llamados fenómenos precusores, aunque hay que tener en cuenta que cada volcán es diferente y que no existe un método universal de predicción aplicable a todos los volcanes. Las mayores erupciones volcánicas no ocurren espontáneamente. Una erupción es el resultado de toda una serie de procesos previos provocados por el ascenso a la superficie de una gran masa a muy elevada temperatura y que produce una serie de efectos físicos y químicos que pueden ser detectados.
Los fenómenos precusores más frecuentes son:
• Seismos: El magma en su ascenso, antes de la erupción, provoca numerosos pequeños seismos, aumentando su número a medida que se acerca la fecha de la erupción. Una red de sismógrafos permite conocer la secuencia de seismos y la profundidad de su foco.
• Deformaciones del terreno: Estos desplazamientos se controlan mediante los distanciómetros, que detectan desplazamientos de hasta 1mm sobre 1km de distancia horizontal.
• Emisión de gases: Antes de la erupciones se han detectado cambios significativos en el volumen y tipo de los gases emitidos por los volcanes. Tales como incremento de las cantidades de ClH, FH y SO2, así como un incremento en la proporción S/Cl. Estos cambios en el volumen o composición están relacionados con cambios en las condiciones de equilibrio de la cámara magmática.
• Anomalías térmicas: Incrementos de temperaturas detectados en las emisones de aguas termales, en las fuentes y caudales subterráneos. Sensores de infrarrojo o radiómetros pueden ser usados también para detectar cambios en la temparatura de la superficie, especialmente por medio de satélites artificiales.
• Anomalías magnéticas: Antes de las erupciones se han detectado cambios acusados en el campo magnético local.
• Propiedades eléctricas: Cambios similares se han detectado en los campos eléctricos antes de las erupciones. Según parece, el ascenso de magma caliente modifica la resistividad de las rocas
de la zona, así como su susceptibilidad magnética.
• Anomalías de la gravedad: Los gravímetros detectan variaciones locales de la gravedad cuando los magmas con diferentes densidades reemplazan a las rocas de la zona, o cambian de posición antes de una erupción.
• Modelos del comportamiento de los animales. El instinto de muchos pájaros y de otros animales les han salvado de muchos desastres. Días antes de que la erupción del Monte Pelee, en 1902, produjera una nube ardiente que causó 30.000 víctimas, se produjo una inusual y significativa desaparición de las aves y otros animales de la zona.
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